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El metabolismo energético

La energía se puede obtener de los carbohidratos, los lípidos, las proteínas y el alcohol de los alimentos y las bebidas para apoyar las funciones corporales vitales.
La energía total de un alimento depende de su contenido energético de nutrientes y puede determinarse con una bomba calorimétrica, que mide el calor producido por la combustión de nutrientes en presencia de oxígeno.


Entonces es de 3,9-4,2 kcal./g. para varios hidratos de carbono y 5,2-5,9 kcal./g. para proteínas. El contenido de lípidos está entre 9,2 y 9,5 kcal/g, mientras que el contenido de alcohol está entre 7,1 kcal/g. Las reacciones de conversión de energía de los alimentos tienen lugar en diferentes partes del cuerpo para el mantenimiento de las funciones corporales, diversas actividades físicas, utilización y utilización de nutrientes, y una parte importante de ellos se pierde en forma de calor.


Además de usarse para producir ATP, que se requiere para diversas funciones celulares, la energía total de los alimentos también se usa en los procesos de uso de nutrientes en sí, como la digestión, la absorción o la asimilación en el cuerpo, y la reposición de los componentes del cuerpo y estructuras. En reposo, el cuerpo obtiene energía principalmente mediante la oxidación de grasas y el consumo de bajas cantidades de carbohidratos.


Sin embargo, la proporción de glucosa, ácidos grasos y otras sustancias energéticas consumidas al inicio del entrenamiento y durante entrenamientos más prolongados puede ajustarse según la duración, intensidad y tipo de actividad, así como el entrenamiento previo y la nutrición posterior. Durante el ayuno o la restricción calórica, el cuerpo depende de sus propias reservas de energía. Por lo tanto, durante un ayuno de 12 a 18 horas, el cuerpo utiliza primero la glucosa y los ácidos grasos que circulan en la sangre, así como el glucógeno hepático y muscular.

Luego, si se prolonga el período de ayuno, el organismo obtiene energía a partir de los aminoácidos, que son utilizados directamente como sustratos energéticos. El uso a largo plazo de lípidos como fuente de energía conduce a la aparición de cuerpos cetónicos y a una disminución en el uso de glucosa.

➡Consumo de energía

Las funciones vitales del organismo requieren cierto consumo de energía, que debe ser compensado con los alimentos y bebidas de la dieta. Por tanto, los requerimientos energéticos se definen como la energía requerida para mantener la salud, el crecimiento y niveles adecuados de actividad física.


La regulación equilibrada entre la ingesta energética y el gasto energético diario se logra mediante varios mecanismos que regulan el apetito y la ingesta energética para evitar grandes cambios en el peso corporal a lo largo del tiempo y, por lo tanto, evitar la desnutrición calórica y la obesidad.


En algunos casos, parte de la energía ingerida en la dieta también se puede utilizar para el crecimiento de la estructura corporal, la producción de leche o el desarrollo fetal durante el embarazo. Pero la actividad mental casi no tiene efecto sobre el consumo de energía.

➡Componentes del consumo de energía

El término metabolismo basal incluye el gasto energético para el mantenimiento de funciones vitales como la actividad cardiorrespiratoria, la excreción, el mantenimiento de la temperatura corporal, el mantenimiento del tono muscular, etc. Actividad física: suele clasificarse según la actividad cardíaca o respiratoria y el consumo de oxígeno.


Con base en estos criterios, el gasto energético para los diferentes niveles de actividad se estimó de la siguiente manera:

  • ☑Actividades sedentarias: 2,5 kcal./min. • Actividad ligera: 2,5-5 kcal./min.
  • ☑Actividad moderada: 5-7,5 kcal./min. • Entrenamiento fuerte: 7,5-10 kcal./min.
  • ☑Actividad muy energética: más de 10 kcal./min.
  • ☑Termogénesis de los alimentos: se refiere a la energía utilizada durante la digestión, absorción, distribución, eliminación y almacenamiento de nutrientes.

En una dieta mixta, la termogénesis inducida por los alimentos no supera el 10% del gasto energético total, y la mayor parte del gasto está compuesto por proteínas.

La composición corporal depende de varios factores, como la edad, el sexo, etc. Puede verse afectada por el entrenamiento físico, que favorece la deposición de proteínas y la reducción de la deposición de grasa, así como ciertos cambios hormonales.


El cuerpo humano se compone básicamente de agua (50-70%), proteínas (12-20%), grasas (10-30%), minerales (5-10%) y carbohidratos (1-2%). Las mujeres tienen un mayor porcentaje de grasa que los hombres y menos proteínas.


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