El término salud mental puede parecer simple, pero en realidad es un concepto muy complejo sin una definición universal. Dependiendo de quién lo esté haciendo, puede variar mucho según la disciplina, la biología y la cultura en la que se entienda la salud mental.
☑En general, la salud mental puede definirse como un estado de bienestar subjetivo en el que las personas son capaces de hacer frente a las necesidades psicosociales de la vida cotidiana, son conscientes de sus capacidades y, gracias a ellas, son capaces de adaptarse e integrarse eficazmente en su vida. el mundo que les rodea.
☑Es importante recordar que la salud mental y el trastorno mental no son opuestos, ya que ninguna forma de patología es suficiente para ser considerada saludable. Por otro lado, es importante señalar que el concepto de salud mental no es solo un concepto descriptivo, también se basa en la moralidad, porque nuestro concepto de lo que significa estar físicamente sano depende de nuestras ideas de “bueno” y “Malo”.
☑Como tal, trasciende el ámbito de la ciencia y nos invita a reflexionar y debatir sobre qué calidad de vida debemos luchar y qué se debe proporcionar a nivel social. No se trata de la ausencia de enfermedades o trastornos físicos o psíquicos, sino de disfrutar del equilibrio biopsicosocial que nos mantiene en forma, capaces de adaptarnos y disfrutar de nuestros días. En otras palabras, debe existir una buena salud mental para ser considerada una buena salud mental.
✅Crítica del concepto
No todo el mundo en psicología encuentra útil el concepto de salud mental. En primer lugar, esto sucede en el paradigma del análisis de la conducta, donde los problemas psicológicos son considerados problemas de salud, fenómenos de naturaleza orgánica, cuyas causas primarias comienzan y terminan en el cuerpo, ya sea en órganos, tejidos, células, etc.
Desde esta perspectiva, los problemas psicológicos son principalmente cambios físicos, por lo que los modelos biomédicos serían los más adecuados para estudiar y tratar estas formas de malestar.
Desde esta perspectiva, el objetivo de aplicar la psicología al bienestar no es tanto promover la llamada salud mental como centrarse en el mal comportamiento en sí mismo y fomentar un comportamiento más adaptativo.
✅Salud mental: ¿Qué significa?
Como hemos visto, la salud mental significa un estado de bienestar no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico. En este sentido, entendemos la salud mental como un conjunto de emociones positivas resultantes de funciones mentales dominadas por la autorrealización y la capacidad de afrontar o adaptarse a las situaciones y necesidades del entorno.
Según el modelo de Carol Riff, el bienestar subjetivo se configura principalmente a través de un alto grado de autoaceptación o la capacidad de afirmarse, para bien o para mal, de forma que se sienta satisfecho con quien es, buscando lo positivo y una relación profunda con nuestro entorno, la capacidad de influir en el entorno y la percepción de esta capacidad, la capacidad de elegir y tomar decisiones de forma independiente en función de nuestras propias creencias, la posibilidad de crecimiento y desarrollo personal para que podamos optimizarnos tanto como sea posible, y por último pero no menos importante, no es importante que haya una meta u objetivo importante que alcanzar.
A todo esto, podemos añadir que en la vida cotidiana hay un alto porcentaje de influencia positiva y un bajo porcentaje de influencia negativa, satisfacción y coherencia, integración, aceptación social. También incide la visión de ser útil y de crear algo para la sociedad.
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